Cortometraje "Snack Attack"

A continuación, se presenta un cortometraje de animación dirigido a la población infantil con el fin de tratar las emociones, concretamente el enfado y la ira, y la propia gestión de estas mismas.

Este contenido audiovisual se titula, originalmente, “Snack Attack” o “Antojo” en español. Fue publicado por primera vez en 2012 y dirigido por Andrew Cadelago.

El contenido audiovisual relata la historia de una anciana que espera un tren, queriendo comerse un aperitivo que le había costado conseguir, y que además, le había supuesto el primer motivo de rabia, pero que aún así parece ser que comparte sus galletas con alguien más de manera no intencionada.

La protagonista de este cortometraje animado es una señora mayor, anciana, la cual lleva un pañuelo atado a la cabeza y unos lentes grandes y cuadrados. No se sabe con exactitud su lugar de procedencia pero por el idioma y los carteles de la filmografía se puede deducir que es americana.

En este cortometraje aparecen dos momentos cumbre donde se muestra la rabia de la señora. El primero es originado en el momento que quiere comprar las últimas galletas de la máquina expendedora pero estas quedan atascadas en el muelle y la protagonista comienza a expresarse con expresiones faciales de enojo y frustración, llegando incluso a utilizar la violencia física con sus propias manos, dando reiterados golpes contra la máquina, incluso cogiendo carrera  para embestirla y mover así la máquina expendedora, forzando, de esta manera, a cayeran las galletas. Asunto que consiguió resolver.

El otro momento de ira se origina cuando se sienta en un banco, donde abre el paquete y comienza a comer las galletas. Junto a ella hay un chico joven escuchando música, que comienza a comer del mismo paquete de galletas que ella.  Ante el asombro comienzan un duelo silencioso, donde ella se adueña de las galletas, posteriormente le grita y le desconecta los auriculares del teléfono. Él decide compartir la última galleta que quedaba en el paquete con ella y prosigue escuchando música.

La mujer, irascible e irritada intenta mostrar su enfado al chico, el cual ya no le está prestando atención. Canaliza su ira gritándole al joven, con aspavientos y utilizando expresiones corporales agitadas y violentas. Se marcha enfadada al tren. Al sentarse en el tren y abrir su bolso, se da cuenta de que las galletas que había comprado en la máquina expendedora seguían en su bolso, por lo que había dado la casualidad que el chico tuviera un paquete de la misma marca y ella era la que estaba adueñándose de su comida.

Sobre esta rabia se observa que a raíz de ella, en la primera escena sí consiguió lo que quería haciendo uso de la misma, mientras que en el segundo caso no consiguió que el joven le hiciera caso a pesar de su estado irascible. Ambos momentos muestran a la protagonista encerrada en un mismo bucle, con un mismo pensamiento sin pensar en las consecuencias de sus actos, como por ejemplo el dolor físico que podría haberse provocado golpeando la máquina expendedora. En un momento dado sí puede llegar a pensarse que la actuación de la señora mayor es legítima puesto que aparentemente se ve desde un primer momento como el chico está comiendo las galletas de la señora lo que lleva a justificar su acción como un acto comprensible y justo.

En el caso de esta pieza audiovisual, las características de los personajes pueden llegar a influir en la justificación de los actos de cada uno, puesto que la figura de la señora mayor, anciana, de estatura baja, suele utilizarse como figura tierna, entrañable, inofensiva e incluso víctima en múltiples ocasiones. Y en el caso del joven, se ve a un chico con el teléfono constantemente, que no escucha a la señora cuando se le habla, que utiliza los auriculares en todo momento, etc. Se representa como el estigma de adolescente rebelde, pasota e irresponsable lo que también influye a la hora de tacharlo como culpable.

En conclusión, este material puede ser utilizado en el aula para plantear dilemas sobre si es correcta o no la actuación de la señora, sobre qué gestión está teniendo sobre la emoción y cuál es esa emoción en concreto, que ellos mismos puedan identificarla y que los propios alumnos planteen soluciones ante las situaciones vistas en el cortometraje.

También se puede abordar el tema de los prejuicios, de la toma de decisiones sin antes dialogar, y en definitiva de ver y escuchar las dos partes de una misma historia antes de juzgar.

Publicado por: Marta Herrero Segado