Cuento “Tengo un volcán”

El cuento "Tengo un volcán" es una herramienta útil para ayudar a los niños a comprender y manejar su rabia de manera sana. Alba, una niña de 5 años, tiene un volcán en su interior. Este volcán se enciende y explota cuando se enfada, sin importar dónde esté o con quién esté. El fuego de la erupción lo quema todo a su paso, dejando a Alba triste y asustada. 

Alba es una niña de 5 años, es alegre y juguetona, pero que experimenta rabietas cuando no se cumple lo que quiere. Su volcán se enciende cuando se siente frustrada, enfadada o impotente. Tiene un hermano mayor que se llama Sam, y se siente agobiado por no poder controlar la rabia de su hermana. Su volcán se enciende cuando se siente impotente para ayudar a Alba a calmarse.

Los personajes de Alba y Sam se construyen a través de sus acciones, emociones y pensamientos. La autora, Miriam Tirado, utiliza un lenguaje sencillo y directo para describir las rabietas de los niños y cómo estas afectan a su entorno.

La rabia se describe como un volcán que se enciende dentro de los personajes. El volcán representa la ira, la frustración y la impotencia que sienten los niños. La autora describe cómo la rabia puede ser una emoción poderosa que puede llevar a los niños a gritar, llorar, patalear o incluso tirar cosas.

El cuento también ofrece algunas estrategias para manejar la rabia. Alba y Sam aprenden a identificar las señales que indican que su volcán está a punto de entrar en erupción. También aprenden a utilizar técnicas de respiración y relajación para calmarse.

La autora no nos ofrece una explicación única sobre el origen de la rabia. Sin embargo, la representación de la rabia como un volcán nos sugiere que la rabia puede ser una emoción natural que surge en respuesta a ciertas situaciones.

El cuento sí legitima la expresión de la rabia. La autora nos muestra que la rabia es una emoción que todos experimentamos en algún momento y que es importante poder expresarla de forma adecuada.

Si Alba y Sam no modificaran la forma en que expresan su rabia, las consecuencias podrían ser negativas. Podrían tener problemas para relacionarse con otros niños, ser castigados por sus padres o incluso hacerse daño a sí mismos o a otros.

La rabia tiene unas consecuencias, y puede ser tanto obstaculizadora como transformadora. La rabia puede impedir que los niños disfruten de las cosas que les gustan, como jugar con sus amigos o ir al parque. También puede dificultar el aprendizaje y la concentración en la escuela. Y también puede ser una fuerza transformadora. Cuando Alba y Sam aprenden a manejar adecuadamente su rabia, son capaces de resolver problemas de forma más efectiva, comunicarse mejor con los demás y desarrollar relaciones más positivas.

En el cuento, la rabia de Alba y Sam no es una rabia transformadora en sí misma. No cambia nada en su entornoç. Sin embargo, el proceso de aprender a manejar su rabia sí tiene un efecto transformador en ellos. Se vuelven más conscientes de sus emociones, desarrollan habilidades para resolver problemas y aprenden a comunicarse mejor con los demás.

En este sentido, la rabia de Alba y Sam no es una rabia obstaculizadora. No les impide disfrutar de las cosas que les gustan o tener relaciones positivas. De hecho, el proceso de aprender a manejar su rabia les permite disfrutar más de la vida y construir relaciones más fuertes.

En conclusión, la rabia en el cuento "Tengo un volcán" es una emoción compleja que puede tener consecuencias tanto positivas como negativas. Es importante que los niños aprendan a comprender la rabia y a manejarla de mejor manera. 

FIRMA: Ariday Martínez Sánchez