El nudo del enojo
- l.fernandezp.2023
- 7 mar 2024
- 2 Min. de lectura
Este segundo material audiovisual que he elegido es un audiolibro titulado “El nudo del enojo”. Está narrado por “Pequeñas Aventuras” en la plataforma de YouTube y fue publicado el 18 de abril del 2021. Este es un cuento que ayuda al público infantil a desarrollar habilidades como la expresión de sentimientos.
El protagonista de este cuento se llama Dani, es un niño de unos 3 o 6 años aproximadamente, es alegre y le gusta mucho pintar. Un día mientras dibujaba hizo un movimiento brusco y su dibujo no quedó como él esperaba. Dani se enfadó mucho y comenzó a sentir un nudo en su pecho. Más tarde, su hermana pequeña estaba jugando con los juguetes de Dani, lo que le causó más enfado e hizo que el nudo creciera aún más. Al día siguiente, Dani acompañó a su madre a comprar y vio un juguete que le gustó mucho, su madre le dijo que no podía comprárselo y el nudo se hizo mucho más grande. Al volver a casa, Dani estaba tan enfadado que no paraba de dar patadas y de gritar, mientras que el nudo seguía creciendo. A raíz de su enfado, el nudo provocó en Dani que empezara a romper cosas.
Todo ello viene desencadenado, como vemos, por una situación de frustración por que no le salen las cosas como él quiere. Su madre hace comprender a Dani que no está mal estar enfadado o rabioso, pero sí es importante mantener la calma y respirar profundamente.
Gracias a esto, podemos comprender las diferentes maneras en las que la rabia puede aparecer en nuestro cuerpo. Muchas veces estamos tan enfadados que no controlamos lo que decimos o lo que hacemos, por ello, es importante pararse a pensar, respirar y contar. Después, sentiremos que nuestro enfado y nuestro nudo en el pecho se hará más pequeño y podremos hablar con alguien para que nos ayude a superar la situación.
Este recurso podemos usarlo en el aula para enseñar a nuestro futuro alumnado las diferentes razones por las que podríamos sentirnos enfadados y lo que podríamos llegar a sentir. Es un recurso útil para aprender a reconocer las emociones y también para gestionarlas. Además, podría darnos pie a trabajar diferentes actividades relacionadas con la rabia y la ira.
Es muy importante comprender que controlar la ira no es reprimirla. Hay que enseñar a los niños y niñas a expresar sus sentimientos, proporcionándoles un clima de confianza ya que, muchas veces, contar los problemas o lo que nos preocupa puede ayudarnos a gestionar mejor las emociones. También hay que tener en cuenta como, nosotros los adultos, reaccionamos ante estas situaciones de frustración y enfado, ya que a estas edades los niños y niñas aprenden sobre todo por imitación y, por ello, debemos ser los primeros en aprender a gestionar estas emociones para así, poder enseñar a los pequeños/as técnicas de autocontrol y relajación.
Por tanto, un pequeño enfado no gestionado y no resuelto puede derivar en un problema mucho más grande, una mala experiencia y un mal cima tanto para nosotros mismos como para todo aquél que nos rodea.
Publicado por: Lucía Fernández Pérez
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