¿Qué necesito cuándo me enfado?
- Victoria Moreno Ramos
- 22 mar 2024
- 3 Min. de lectura

El segundo material audiovisual que vamos a mencionar se trata de un libro infantil, titulado “¿Qué necesito cuando me enfado?”, escrito por Tania García e ilustrado por Nuria Aparicio. Se trata de un cuento que habla del porqué de los enfados de los niños, además de ayudar a los padres a entender dichos enfados, y cómo deben tratar con las rabietas de sus hijos.
El protagonista de este libro es Dan, un niño de 6 años que cuenta en 1º persona el porqué de sus enfados, y cómo va a sentirse mejor en cada uno de ellos. Dan necesita expresar todo lo que piensa y siente, y lo hace a través de la rabieta, el enfado y las pataletas.
En el libro, Dan nos cuenta que enfadarse es una emoción normal, que no es algo malo, pues los niños solo hacen lo que el cerebro les pide en ese momento.
Con estas rabietas, Dan le explica a los niños que no hay emociones malas, que todas son buenas, pues esto va a conseguir que estos se comprendan a sí mismos y puedan crecer en su desarrollo como persona. Sin embargo, las formas en que expresan esos enfados deben ir cambiando a medida en que van creciendo, pues cuando nos vamos haciendo mayores, tenemos que aprender a llevar los enfados de una manera más madura.
Hay momentos en los que Dan tiene el impulso de pegar a alguien porque no se hace lo que él quiere, o no se le da lo que él quiere en el momento. Cuando esto sucede, el libro nos cuenta cómo los padres deben actuar para ayudar a sus niños a gestionar ese enfado, que es, pararles ante la agresión y preguntarles qué es lo que necesitan. Esto nos quiere decir que los niños necesitan sentirse escuchados y queridos por sus adultos.
Las rabietas de Dan están legitimizadas, pues al tratarse de un niño pequeño, entendemos que todas esas maneras de manifestar el enfado son normales. Esto lo sabemos ya que cuando vamos por la calle y vemos a un niño pequeño llorando, dando pataletas y con una rabieta, no pensamos que sea algo raro, sin embargo, si viésemos a una persona adulta expresando su rabieta de la misma manera, nos quedaríamos mirando y pensaríamos que es algo raro e irrespetuoso hacia sus padres.
La rabia de Dan, al igual que la de todos los niños, es transformadora, porque gracias a la manera en la que los padres tratan esos enfados, van a hacer que Dan aplique la misma estrategia cuando otras personas se enfaden, o incluso cuando él mismo se enfade.
Esta rabia no es obstaculizadora, pues es imprescindible para que los niños aprendan a cómo gestionar un enfado, y que no siempre se puede tener lo que se quiere.
Es importante además la colaboración de los padres y los seres queridos en estos casos, pues estos, ante un enfado del niño deben tener paciencia y tratarles bien para que los niños se sientan escuchados y amados y sea más fácil el cambio de esa conducta.
En conclusión, con este libro aprendemos a cómo tratar a los niños pequeños en sus enfados, y, además, los propios niños van a aprender a la importancia de ser transparentes y, por tanto, desahogarse a través de los enfados para expresar lo que sienten.
Victoria Moreno Ramos
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