¡Vaya Rabieta!

En esta breve historia animada, inspirada en el libro infantil “Vaya Rabieta”, se representa de forma visual la rabia para que los niños puedan identificarla como algo que está dentro de ellos mismo, pero que no les define y que puede llevarlos a situaciones no deseadas.

Esta narración presenta a Arturo, un niño que llega a su casa tras haber tenido un mal día. Arturo es representado con unas expresiones faciales, típicas de la ira o el enfado, como son tener la boca abierta y en tensión, las cejas fruncidas, los brazos alzados, y la cara roja en el momento de mayor tensión emocional. Su mal día empeora con lo ocurrido en su casa. Su padre le pide que se quite los zapatos porque está manchando el suelo, a lo que él responde tirando los zapatos de mala manera. Además, más tarde descubre que tiene espinacas para comer.

Su rabia le lleva a contestar mal a su padre y a no poder comer con él. Por ello es mandado a su habitación a calmarse. Allí desata su ira tirando los muebles de su habitación y deshaciendo su cama. Su ira se calma cuando, a causa de ella, ha tirado sus juguetes y ha roto uno de sus coches. A partir de este hecho, Arturo empieza a rebajar su ira y decide colocar sus objetos maltratados. Con esto se da cuenta de que ese tipo de comportamientos no son los que realmente quiere, y sabe que no le traen nada bueno.

Con este cuento se pretende hacer ver a los niños que su rabia sale de ellos, pero que no es parte de lo que ellos son realmente. Es por ello, que en la historia la rabia sale representada como un monstruo rojo, color que suele ser asociado a esta emoción, ajeno a ellos y que actúa sin su consentimiento, llevándoles a situaciones no deseadas. También se quiere enseñar que la rabia puede ser controlada y no debemos dejar que ella nos domine a nosotros.

Firma: Estela Rubio Martínez